lunes, 10 de septiembre de 2012

A human ocean traveler


No supo ni cómo pero la cegó, esa luz que él emitía era impresionante era lo más hermoso que había visto en todas sus vidas; aquella alma perdida en la oscuridad de la vida cotidiana y la superficialidad social pedía a gritos volverse a encontrar a aquel humano que había hecho que se volviera adicta a la luz, pero no a cualquiera, sino a esa, a la que sólo él  podía hacer resplandecer; no sabia porqué le había causado tanto, si sólo fue una mirada, pero ¡ahhh!... esa mirada tan penetrante, sus ojos negros le hacían recordar  su vida pasada, cuando su lugar favorito era el fondo del mar, en donde ya no se veía nada de ese hermoso tono azul, en donde no se preocupaba por el tiempo… Los días se fueron, uno a uno, tan dolorosos, tan penetrantes al corazón, por el simple hecho de no tenerlo a él a su lado; esa humana viajante del océano perdió la vida, el tiempo, esperando la luz que le hacia recordar la oscuridad de su vida pasada…



No hay comentarios:

Publicar un comentario