¿Les ha pasado alguna
vez, cuando escuchan una voz, todo se vuelve más familiar, se vuelve menos
interesante, el sonido de esas ondas sonoras los trasporta a un lugar seguro,
ajeno, pero cómodo? La voz de su madre, algunas campanas que les recuerden su
infancia, el sonido del automóvil, el correr del agua en el río, el sonido de
las olas o la brisa en la playa. La voz franca de un amigo, o la ternura amiga.
Escuchen mi historia, debo contarla a modo de confesión, en un
acto por aceptar el doloroso “tenías razón”, una forma de acatar de un solo trago
el famoso “te lo dije”, aunque yo sé que contigo no hay juicio, me conoces tan
conscientemente, contigo no hay crítica, me comprendes francamente. Contigo sólo
hay espacio libre para la expresión, contigo sólo existe conexión.
Ahora que te tengo de frente, no puedo evitar las lágrimas,
que vienen de un lugar profundísimo, atinguo, como canto de sirenas, agradeciendo al sol por
iluminar las profundidades marinas, dominios de Poseidón, padre de los mares
sentimentales, las olas emocionales y los abismos pasionales. Agradezco entera
la constancia y el fervor de nuestra amistad, la fidelidad de tu persona y
claridad de tu consejo.
Pero basta de hablar de mí, quiero saber todo de ti, ¿Cómo
has estado? ¿Qué dicen las historias, dónde están esas fotos? Estoy atento,
escucho, al sonido de tu voz.
Creo que ha sido tu mejor post hasta el momento.
ResponderEliminarMe gustó mucho. Lo del mar caótico y pasional es genial :) En mi caso en vez de sonidos, son los olores los que me traen recuerdos. Por ejemplo el aroma a pan recién horneado siempre me recuerda a mi casa, porque vivo al lado de una panadería. De tus post, creo que este y luz son los que más me han gustado :)
ResponderEliminarMuchas Gracias Muninn, muchas gracias Brielo K.
ResponderEliminar:)